ANTONIO VEGA
Antonio Vega escribió algunas de las páginas más gloriosas y memorables de la música española de los años 80 al frente de Nacha Pop. Suya es la inolvidable melodía de “Chica de Ayer”, uno de los himnos más recordados de aquella época de ilusiones, inocencia y pop de la llamada nueva ola. El grupo se separó en el 88, y a partir de ahí Antonio Vega comenzó una carrera en solitario que ha ido del éxito casi inmediato con “El sitio de mi recreo”, en el 91, a los largos espacios de tiempo en los que muchos se apresuraban a darle por acabado o por desaparecido. Pero lo cierto es que “Ese chico triste y solitario” (como lo describían en el tributo que le dedicaron en el 93 artistas como Gabinete Caligari, Alaska, Mamá o Los Secretos, entre otros) no se ha ido nunca lo suficientemente lejos como para que le olvidemos. Y menos en Mallorca, adonde vino a grabar “Anatomía de una ola” en el 98, con Joan Bibiloni a la producción.
A punto de cumplir cincuenta años, el cantante y guitarrista más frágil y misterioso del pop español vuelve a la isla el 7 de abril (acompañado de su discípulo Chema Vargas en el Teatre de Lloseta) presentando las canciones que componen “3000 Noches con Marga”, el disco que editó en 2005 como homenaje a la que fue su compañera durante los últimos años, fallecida en febrero de 2004. En este disco nostálgico e inevitablemente teñido de tristeza, Antonio Vega exorciza el dolor y la pérdida en nueve canciones espléndidamente arregladas, que le han valido una nominación al premio a la Mejor Producción en los Premios de la Música de 2006. Nueve canciones en las que el cantante y compositor ha tocado además la mayoría de los instrumentos (teclados, guitarras y bajos) aportando suaves toques experimentales a su conocida receta de melodías atemporales y letras cuidadas hasta el más mínimo detalle.